martes, 28 de septiembre de 2010

Moda en la sangre

Clotilde Juana Occhi, reconocida modista de palermo, a los 87 años nos cuenta como fueron sus comienzos y su experiencia con Tigre y Defensores de Belgrano.

¿Cómo empezaste?
Empece como aprendiza de un sastre suizo y una modista italiana a los 14 años. Con el tiempo fui aprendiendo y llegué a confeccionar prendas de alta costura. Hice 30 trajes de novia y fui la modista de personas de alto nivel como Corcuera, Carman (Presidente de ACA), Pereyra Iraola, Achaval, Nazar Anchorena.


¿Qué modista recordás de tu época?
Coco Chanel. Alta costura de primera calidad. Fue algo revolucionaria en aquella época pero la aceptaron y todo el mundo usó su ropa.



¿De qué cuadro sos?
De Racing. Porqué mi tío Juan me llevó a ver a Independiente que jugaba con Racing para que me hiciera hincha. Pero Racing perdió y me volvi muy aflijida. Entonces me hice simpatizante de Racing. ¡Pobre mi tío!

¿Tenés alguna anécdota con el deporte?
Mi otro tío, Rodolfo, jugaba en el Club Defensores de Belgrano cuando yo tenía 15 años (1937). Me acuerdo que después de los partidos una familia se llevaba toda la ropa que habían usado los jugadores y muchas veces me tocó a mi. También remendaba y surcia las prendas cuando tenían alguna rotura y le cocí a mano los números.

¿Has hecho algún artículo para Defensores además de ser su modista temporal?
No, he hecho pero para Tigre. Yo nací ahi. Siempre presenciaba las regatas que se hacían en el río Lujan. Y había varios hinchas siempre. Vivía en Rincon de Milberg y le hacía a algunos vecinos y amigos del barrio unos gorros, esos con pañuelos y cuatro nudos. Y les bordaba la palabra Rincón.

¿Le hacés ropa a tu familia?
Si, por supuesto. A todos. A mis tres hermanas, Haydee, Angélica y Marta les hice el traje de novia. También a mi ahijada Silvita y a mi nuera. Y últimamente le hago a mi nieta. Que a veces no coincidimos en lo que se usa pero igualmente entre las dos vamos haciéndolo y al final termina usando todo.
Me acuerdo que hace unos años le estaba mostrando fotos de cuando era jovencita y me dijo: ¡Abuela, que minifalda! Yo me descostillaba de la risa porque así era mi traje de baño. Claro, la moda cambia y como ahora se usan bien cavadas ni se imaginó.
Y que no son prendas pero también cosí para mi marido Pascual, fanático de Boca, fueron banderas que llevaba cuando iba a la cancha.

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