martes, 14 de diciembre de 2010

La interpretación de la verdad...

“Nos mean y la prensa dice llueve”. Un graffiti que decora un muro del Cementerio de Chacarita intenta mostrar con aquella frase una verdad.

Los medios de comunicación ya no son un servicio que intenta informar a los ciudadanos, siendo comunicadores sociales de la verdad, y nada más. Hoy es un gran negocio que como siempre que hay plata de por medio hay conveniencias, cosas turbias, mafias, entre otras tantas.

Son denominados el cuarto poder porque tiene demasiada incidencia en aquellos que consumen los medios de comunicación. Hoy tenemos un grupo que ha monopolizado este dominio y si una persona sólo escucha una campana en todos los canales, si en todos los programas o diarios dicen lo mismo podemos terminar creyéndolo. Por eso si en la mayoría de los medios dicen que “ha llovido” seguramente mucha gente crea que los “meados” están mintiendo.

El Grupo Clarín está confrontado con el gobierno actual y manipula la información según los intereses de la empresa, que hoy son hundir al Kirchnerismo y hacerle creer a la sociedad que todo está mal.

Pero igualmente ningún medio podrá reflejar la realidad social tal como es, no se puede pretender ello, porque todas las personas tienen una idea, un pensamiento, por lo que sería imposible. Entonces si podemos decir que el periodista trata de interpretarla y modificarla, jerarquiza lo más importante para que luego sea consumida por los ciudadanos.

La objetividad la dejamos de lado por el simple hecho de ser personas pensantes y con un juicio propio. Acá lo que se puede juzgar es la ética, aquel que trabaja para una empresa que le miente, que manipula la información y no la interpreta no tiene ética, al igual que el lugar para el que trabaja. Y no sólo se debe hablar de manipular y mentir, también de esconder. Muchos actos políticos con gran convocatorio hoy en día no salen en los medios del Grupo Clarín, por lo que mucha gente no sabrá que eso ocurrió a menos que haya pasado por el lugar. Entonces acá ni siquiera se está interpretando, sino ocultando la realidad social.

Todo esto hace pensar que la Ley de Medios no es necesaria, es indispensable. Un multimedio está interpretando sin oficio la realidad y la única forma de intentar mejorar la situación es la diversidad. Cuantas más voces existan, cuantas más ideas diferentes haya para escuchar vamos a tener más posibilidades de elección y de formar con más armas nuestra propia opinión pública.